El politólogo Víctor Alonso Rocafort nos invita a cambiar la mirada sobre la naturaleza misma de la política para sobreponernos al «espíritu de época» que nos atraviesa y a la «resignación elitista» en la que parece que nos hemos sumido. La política «puede ser asociación, coraje cívico, felicidad pública». Todo esto y mucho más en el último pódcast de La Mundial.
El pasado 20 de mayo El Vermú de La Mundial celebró un nuevo episodio, el sexto de esta temporada, en la librería-editorial La imprenta (Calle Monteleón, 5, en Madrid). En esta ocasión dedicamos el programa a tratar de entender mejor la crisis política (algo que nos preocupa mucho y a lo que ya dedicamos nuestro pódcast con Natalia Millán) y lo hicimos, como siempre, en buena compañía, la del politólogo Víctor Alonso Rocafort.
Víctor nos dio dos coordenadas importantes para ubicarnos: la resignación elitista y la razón neoliberal, dos creencias devenidas en dogmas que tienen mucho que ver con la profunda ignorancia política que caracteriza nuestra época y que tiene como síntomas destacados la desafección, la polarización y el desprestigio de la política. ¿Y el antídoto para todo esto? «Tenemos que aprender a desaprender», fue la recomendación de nuestro invitado.
Como primer paso para este desaprendizaje, es necesario cuestionar la concepción dominante de la política concebida como «competición, lucha por el poder en la que vale todo para el caudillaje interno en los partidos y también interpartidista», mientras que «la ciudadanía tiene que permanecer alejadita del campo político porque lo pone todo perdido». Víctor denomina esta idea, ampliamente aceptada a derecha e izquierda, «resignación elitista» y señaló cómo la extrema derecha contribuye a alimentar este elitismo y a criminalizar la política como parte de su estrategia para hacerse con el poder.
Un primer estímulo para el desaprendizaje es abrirnos a otro paradigma político. «La política puede ser otra cosa: puede ser asociación, coraje cívico, felicidad pública, puede darte otras cosas, transformación junto a otros, cooperando con otros, puede darte otras cosas que no se conciben como política – por la concepción dominante de la política», recordó.
Esta concepción de la política mucho más cercana a la democracia que tiene que ver con un reparto de los poderes que tiene que ver con un «anhelo democrático de participar activamente en la política», sin que la ciudadanía «no sea reducida a votante en un ritual del día de las elecciones».
Para explicar por qué este «anhelo» vive aparentemente horas muy bajas, con una participación social y política bajo mínimos en muchos ámbitos y territorios, Víctor apuntó como causa fundamental el concepto académico de «razón neoliberal», como una lógica competitiva que ha permeado todas las instituciones y entidades porque «abajo está el abismo de la precariedad, nos dicen».
«La razón neoliberal tiene que ver con pulsiones muy humanas a las que toda la teoría política clásica y moderna ha estado dando vueltas» y que se reduce a la lucha entre cuestiones como la «ambición benéfica» que genera bien común y otro tipo de ambición basada en construir un trono para mí «y alrededor el desierto». «Son cuestiones que Shakespeare trabaja maravillosamente», apuntó.
En la entrevista también se tocaron otros asuntos, como la necesidad de ahondar en la igualdad en el decir, pero también «en el escucharse unos a otros», o de convertir la deliberación en decisiones políticas (algo que no logró el 15M), el papel de la oligarquía en los medios de comunicación para transformar el poder económico en político…
En fin, todo esto y mucho más en el siguiente enlace.